Número Pi, una cifra para casi todo.
3,1416, una de las constantes
matemáticas por antonomasia, presente en las distribuciones de probabilidad y
en los cálculos de la teoría de la relatividad general de Einstein, celebra su
día el 14 de marzo de cada año, el día de pi, al coincidir su valor con la
fecha del calendario, que en la forma anglosajona se escribe 3/14.
Por otro lado, el "Día de
aproximación de pi" está señalado en el calendario el 22 de julio (22/7 en
el formato de fecha internacional) pues 22 dividido entre 7 tiene un valor de
3,14286, un número muy aproximado al valor del número pi.
El número π forma parte de
nuestras vidas desde la Antigüedad, pero sigue estando de actualidad. Todos sus
cálculos son aproximaciones, con lo que el más exacto es el que contiene el
mayor número de decimales. Los científicos no se han conformado con averiguar
los 39 decimales que a priori se consideran suficientes para medir la longitud
de una circunferencia capaz de abarcar el universo conocido. El último récord fue
batido en 2014, con 12,1 billones de dígitos, un cálculo realizado con una
supercomputadora tras 94 días de trabajo.
¿Qué significa y para qué sirve?
El número π es, sin duda, uno de
los números irracionales más emblemáticos y su cálculo infinitesimal despierta
sensaciones entre los aficionados a las matemáticas. Su significado, sin
embargo, es más prosaico: es la razón entre el perímetro de una circunferencia
y su diámetro. Toda investigación que incluya alguna variable relacionada con
círculos, circunferencias o similares llevará implícito su cálculo, desde las
elipses de las trayectorias espaciales hasta la fabricación ruedas o balones de
fútbol. A partir de ahí, su utilidad es casi tan dilatada como su número de
decimales.
Es utilizado en el campo de la
topografía, la geodesia y la navegación, en las distribuciones estadística y en
numerosas ecuaciones fundamentales de la física moderna, como el principio de
incertidumbre de Heisenberg o las ecuaciones del campo de Einstein.
¿De dónde procede?
En el siglo III a.C., Arquímedes
establecería su valor en 3,14 tras utilizar polígonos para afinar su cálculo. A
partir de ahí, el número fue adquiriendo mayores aproximaciones. Ptolomeo lo
cifró en 3,14166 y a finales del siglo V, el matemático y astrónomo chino Zu
Chongzhi añadió dos dígitos más, adquiriendo el valor 3,1415927, un resultado
que no fue superado hasta el siglo XVI, cuando el Ludolph Van Ceulen obtuvo un
total de 35 decimales.
¿Por qué ese símbolo tan raro?
El número fue bautizado π, la
letra griega inicial para las palabras “periferia’ y ‘perímetro’. El término
fue empleado por primera vez por el matemático William Oughtred, aunque lo
popularizó el físico y matemático suizo Leonhard Paul Euler en su obra
Introducción al cálculo infinitesimal de 1748. Una curiosidad: el día del
número pi se celebra en Estados Unidos comiendo pasteles redondos. La razón: en
inglés π se pronuncia igual que el término “pie” (pastel). Una idea redonda
para un número que no lo es tanto. ¡Felicidades π!
(Número Pi, una cifra para casi
todo. National Geographic)